¡Hola! Soy Ricardo Garzamont, tu experto en conferencias motivacionales y estoy seguro que eres excelente para las ventas, sin embargo, también lo estoy de que hay un error que has cometido.
Te hablaré de un tema muy interesante. ¿Por qué? Porque es algo que veo constantemente en personas que como tú buscan vender y hacer crecer su negocio. Se trata de un error bastante común y que puede limitarte de una manera impresionante. Lo noto con mis clientes individuales y con gente que se me acerca en mis conferencias motivacionales en Monterrey. Noto que se quedan esperando. ¿Pero qué? Te responderé, pero por ahora quédate con esta frase: «tienes que esperar sin esperar».
¿Cuántas veces te has visto en la posibilidad de concretar una venta verdaderamente grande? Seguro tuviste en alguna ocasión una cita de negocios en la que te fue extraordinario y quedaste de hablar con tu cliente. Tal vez definieron la fecha, quedaron de comunicarse la siguiente semana o te dijo «deja lo reviso y te marco».
¿Qué ocurrió en tu mente ese momento? Saliste probablemente de esa reunión emocionado porque tu prospecto se mostró convencido y satisfecho con tu presentación y con la idea de que lograste una gran venta y te iba a ir bien durante el mes. Cantaste quizá de alegría con la creencia de que cubriste en un día las metas de todo el semestre. ¿Qué pasó al día siguiente? Te levantaste y continuaste emocionado, pero a la espera. Tu mente pensaba que pronto te marcaría para cerrar el contrato.
Pasaron los días y seguramente parecías un joven enamorado pues no dejabas de pensar en esa cita y la manera en que la venta te cambiaría la vida. Incluso empezabas a planear un viaje, imaginar la compra de un vehículo, etcétera. Tanta fue tu emoción que dejaste de hacer llamadas para agendar otras citas. En tu mente pasó el pensamiento «¿Para qué esforzarme si ya casi cerré el negocio?». Por la emoción las personas cometen el error de dejar de prospectar. Además de descubrir por qué no debes suponer, es importante que lo reconozcas para que dejes de repetirlo.
No descubriste tu error porque creíste que era seguro que se verían de nuevo, que era casi un hecho y prácticamente te dijo que sí. Te dejaste llevar porque te mencionó que le había encantado tu personalidad, tu manera de presentar tus servicios y que solo necesitaba consultar a su esposa o socios. Te dejaste llevar por el sueño de lo que ocurriría y dejaste de avanzar y buscar más oportunidades para hacer crecer tu negocio. Por mantenerte a la espera es probable que te llenaste de preocupaciones y con la angustia por no saber qué iba a ocurrir.
Este error seguramente te ha sucedido. ¿Por qué lo llamo así? Porque por él dejas de avanzar. ¡Ojo! No digo que la venta se haya o no concretado. Es probable que sí aunque durante la espera sentiste ansiedad. Lo que quiero decir es que no debes enfocarte en algo que no es un hecho y del cual no tienes una certeza absoluta de que ocurrirá. Es una de las razones por las que algunos no logran sus metas de ventas.
Si vuelve a pasarte lo que tienes que hacer es poner los pensamientos de las grandes ventas en un cajón y decir: «¡Está bien! Esperaré una semana o dos para que me llamen y si no lo hacen empezaré a actuar». Mientras aguardas no dejes de buscar prospectos, hacer citas. ¿Para qué esperar si no tienes nada seguro? ¡Aprende a esperar sin esperar!
¿Qué pasará si después de varias semanas o un mes no avanzas por esperar? Empezarás a frustrarte poco a poco y te percatarás de que has perdido un lapso lleno de oportunidades. Tienes que llamar pronto tras las citas que prometen una venta exitosa si no recibes una llamada de tu prospecto. ¡Si no te contesta deja de esperar y ponte a actuar! Es posible que te conteste y te diga: «¿Sabes qué? Me gustó tu idea pero ahorita tengo un problema. ¿Te parece si lo vemos el próximo semestre?». Si contestó tarde habrás perdido tiempo valioso.
¡Espera sin esperar! Te invito a que aguardes esa llamada y venta pero sin dejar de trabajar, buscar actividades para el crecimiento de tu negocio o planear estrategias de marketing. Si evitas este error te aseguro que tendrás resultados extraordinarios porque si la ilusión no obstruye tu camino, no dejarás de tener posibilidades de venta y vas a seguir «prendiendo velitas». He recomendado y en mis conferencias motivacionales que entre más velitas prendas más tranquilas se sienten las personas.
¡Prende más posibilidades! No te quedes con una vela grandota porque si se apaga te quedarás con nada. Te comparto esta sugerencia porque he notado que muchos clientes en mis conferencias motivacionales cometen el error de esperar y ambicionar aquello que es grande a costa de lo que es pequeño pero variado. Te invito a cambiar de mentalidad y dejar de esperar algo que no depende de ti. Si tienes la posibilidad de concretar una gran venta no permitas que ocupe demasiado espacio mental y regresa a ella cuando exija una acción.
¿Cómo evitar esperar? Te recomiendo utilizar un programa de seguimiento o CRM. Te ayudará atender tus actividades importantes y despreocuparte mientras aguardas. Podrás mantenerte activo y evitarás que una posibilidad de venta ocupe demasiada atención. Me ha funcionado a la perfección. Tengo más de ocho años usando un software que te recomiendo, se llama Pipedrive. Aprovecha los días de servicio gratuito que ofrece y descubrirás porque es un excelente herramienta para las personas dedicadas a las ventas.
Con un CRM evitarás que tu mente se ocupe en cosas que no dependen de ti. Te ayudará a esperar sin esperar. Cultiva ese hábito y no caerás en el mismo error. Si continuas, avanzas y vendes, además de que esa gran venta llega a ti, tendrás resultados aún mayores.
Soy Ricardo Garzamont, uno de los conferencistas más comprometidos con su audiencia y estoy aquí para ayudarte en tu éxito personal y profesional. Si te gustó esta publicación y conoces a otra persona dedicada a las ventas compártesela. Te aseguró que está muy agradecida. Si deseas conocer información detallada sobre mis servicios te invito a marcar al +52 (81) 8220 9206 o llenar el formulario que encontrarás en mi sitio web. No vemos pronto, mientras tanto vive, sueña, realiza. Te mereces lo mejor.
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