¡Hola! Soy Ricardo Garzamont, experto en conferencias en Monterrey y, esta ocasión, quiero preguntarte algo importante: ¿eres de esas personas que inicia algo, pero nunca las termina? Si tu respuesta fue afirmativa, debes saber que tu problema tiene que ver con la falta de compromiso. ¿Quieres conocer un método sencillo, pero efectivo, para terminar con cualquier proyecto? Entonces continúa con esta publicación. ¡Comenzamos!
Hace poco platiqué con alguien en una de mis sesiones como coach de negocios. Me dijo: Ricardo, tengo varios problemas, no obstante, creo que el más importante es que inicio muchas cosas y no logro terminarlas. En realidad, es algo que suele ocurrir y que, desgraciadamente, pocos logran solucionar. Es también una de las principales razones por las que fracasan muchas startups.
Antes de que me comentará su problema, hablamos de que él tenía varias opciones de negocio. No se había enfocado en una, pero, una vez que decidió tomar un camino y avanzar hacia cierto objetivo, comentó: Ricardo, voy a intentar avanzar en este proyecto, pero ¿cómo lo hago para terminarlo? Su pregunta fue inesperada, pero sabía muy bien cuál era la respuesta: comprometerse de verdad.
Le hice algunas preguntas y le dije: bien, este proyecto que emprenderás, ¿es algo que sacarás al mundo y lo pondrás a las redes sociales? Me respondió: sí, serán doce retos que pondré a la gente, me atemoriza hacerlo, pero es algo que deseo, dime, ¿cómo le hago para poder cumplir con cada uno de ellos? Le dije que el primer paso es emprender y dejar ya el miedo.
Después le di una solución más práctica. Le dije: es sencillo, cuando hagas el video de mañana, ponle que es el reto uno de doce y, automáticamente, le darás a entender a tu gente que serán más retos y te comprometes con ella. De esta manera, generamos un vínculo más fuerte y te percatas que así surge un «eslabón». La palabra compromiso, que es parte de la metodología CRECE y aplico en mis sesiones como coach motivacional, es parecida a tener un eslabón para no desistir de lograr cualquier objetivo.
Recuerdo que, cuando era más joven y estaba en la preparatoria, asistí al gimnasio, pero no era consistente. Batallaba para hacer ejercicio, hasta que, un día, me puse de acuerdo con un vecino y buen amigo para que fuéramos juntos al gimnasio. ¿Qué sucedió? Ese compromiso hizo que nos apoyáramos mutuamente y que, en los momentos en los que no quisiéramos ir, uno jalara al otro. Esto se volvió un verdadero compromiso e íbamos los cinco días de la semana sin falta.
Vuelvo a la pregunta anterior: ¿cómo puedo terminar algo? Comprometiéndote. Es así como siempre piensan los grandes empresarios. Lo primero que debes hacer es comprometerte contigo mismo. Esto es importante; sin embargo, no es suficiente. Si no te comprometes con otra persona, verás que te rajarás fácilmente y en cualquier momento o pondrás un pretexto para hacerlo después. Aquí, no existe ese eslabón que mencionamos y que no te permite desistir para lograr tus metas.
Te mencionaré una técnica que suelo aplicar en mis conferencias en Monterrey: cuando desees lograr algo, comprométete, al menos, con tres personas que confíen en ti, quieran verte triunfar y sepas que estarán al pendiente de tu tránsito y tus avances. También durante mis sesiones directas con los clientes les pido que, al comprometerse en algo, pongan el nombre de tres personas y, al terminar, hablen directamente con ellas para solicitarles que sean su punto de apoyo para no tirar la toalla.
Te invito a que hagas lo mismo y les digas a cada una: por favor, apóyame y, cada quince días, reunámonos y hablemos para que me preguntes lo que desees sobre mi proyecto. Esto tiene también una finalidad psicológica: si no hiciste nada en ese lapso de quince días, te sentirás mal, porque involucraste a personas a quienes quieres y admiras. Quedarles mal a ellas no es para nada conveniente, ya que no puedes permitirte perder su confianza.
A los clientes de mis sesiones de coaching les recomiendo que se apoyen en sus hijos. Como padres, siempre exigimos cosas a nuestros hijos, por ejemplo, que hagan la tarea, entre otros deberes, pero nunca son ellos los que nos exigen algo. Imagina que te comprometes a tener 10 citas de clientes por semana y le dices a tu hijo o hija: si logro este objetivo, te llevaré a un lugar que te gusta mucho.
Lo anterior hará que tu hijo o hija se emocione, pero ¿qué sucederá si no lo logras? Estás obligado a cumplirle, ya que, tu falta de compromiso le hará sentir mal a él y a ti mismo. Pídele también que esté detrás de ti para saber cómo vas con tus metas. Es una manera de comprometerse y ser consistente para terminar cualquier cosa que inicies.
Espero de todo corazón que estas palabras te ayuden a terminar tus proyectos. Si deseas conocer más acerca de mis sesiones de coaching o mis conferencias en Monterrey, contáctame. Pide información a través de la línea (81) 8000 1971.
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