Hace varios años estudié física y aprendí una regla básica: toda acción produce una reacción. Si bien muchos creen que esto aplica solo en el ámbito de la física, también ocurre en lo mental y en nuestras relaciones sociales. ¡Hola! Soy Ricardo Garzamont, tu coach empresarial y, en esta publicación, te comentaré qué hacer para que tus reacciones sean siempre positivas en cualquier aspecto de tu vida. ¡Comenzamos!
Todo lo que hacemos en la vida traerá consecuencias. Todas nuestras acciones traerán reacciones. Cuando quieres mejorar tu vida personal, profesional, familiar, espiritual, económica, entre otros aspectos, requieres cambiar tus acciones. Al hacer ese cambio, ¿qué habrá de diferente? Las reacciones van a ser distintas, indudablemente.
Ahora bien, uno de los grandes retos actuales para nosotros, los seres humanos, es que deseamos resultados diferentes mientras hacemos exactamente lo mismo durante años. ¿Por qué? Porque nos acostumbramos, estamos cómodos (lo que no siempre es bueno), nos gusta, entre otras razones. Los resultados que deseamos no se están dando porque aplicamos las mismas acciones. Ponte a pensar qué nuevas acciones debes implementar para obtener diferentes reacciones de tus clientes, pareja, hijos, empleados y amigos.
Toda acción produce una reacción, así que, si deseas hoy generar resultados importantes y positivos para tu vida, comienza a diseñar nuevas acciones. Quizá dirás: Ricardo, tengo años haciendo X cosa, me va más o menos bien, pero no he podido mejorar, crecer o romper barreras y, en realidad, me cuesta mucho cambiar mis acciones. Te diré por qué se te dificulta cambiar las viejas acciones por acciones nuevas, algo que suelo mencionar en mis sesiones como coach empresarial:
¿Qué es lo primero que debemos cambiar para lograr que las acciones diferentes produzcan reacciones distintas? Cambiar las acciones requiere primero cambiar la mentalidad. Si no cuentas con el mindset adecuado, seguirás igual. Date cuenta de que tus acciones te están produciendo resultados que ya no te gustan, que en su momento te generaban felicidad o bienestar, pero, actualmente, no dan lo mismo. Cambia primero el chip de tu mentalidad para, a partir de ello, generar acciones distintas.
Ahora bien, hay un ciclo del éxito que me encanta y lo he comentado constantemente en mis sesiones como coach empresarial. Es de uno de mis mentores Tony Robbins. Dice: sí tus creencias son positivas, tu potencial crecerá y, si esto ocurre, crecen las acciones, porque serán diferentes. Al creer más en ti, tomarás acciones diferentes, porque confías que los resultados se darán. Si las acciones cambian, ¿qué cambia? Cambian los resultados y, si estos últimos son positivos y te hacen vibrar, ¿qué cambia? Tus creencias. Recuerda: cambian las creencias, el potencial que se cree tener y, en ese momento, inician acciones distintas. Esto genera resultados distintos y, por último, impacta en las creencias.
Este ciclo que menciono en mis conferencias motivacionales puede ser positivo o negativo. Si tus creencias sobre ti son vagas, son mediocres o bajas, creerás que tu potencial es bajo, tus acciones irán de la mano con esas creencias y con ese potencial que crees tener, por lo tanto, tus resultados van a ser pobres y mediocres. Cuando se tienen resultados así, ¿qué sucede? Bajan las creencias o se vuelven limitantes. Esto hará que se repita nuevamente el ciclo y te afectará considerablemente en todo aspecto de tu vida.
El círculo puede ser virtuoso o vicioso. El primer paso es romper las creencias limitantes, cambiar la mentalidad y, desde ahí, avanzar. Me dirás: lo dices bien fácil. Sé que no es sencillo, ya que es necesario diseñar una estrategia específica para generar ese cambio de mentalidad.
Quizá no tienes ganas ni interés o si los tienes, pero no sabes cómo iniciar. Aquí es donde debes buscar herramientas o a alguien que te ayude a romper esos patrones para ver más allá y comenzar a confiar más en ti, además para ver nuevas estrategias y cosas distintas, de modo que inicies y cambies tu potencial, acciones y resultados.
¿Cómo deseas que sean esas reacciones? La decisión será tuya. Todo dependerá de tus acciones. Si tratas bien a alguien, ¿qué reacción vas a obtener? Si haces el esfuerzo en algo, ¿qué resultado obtendrás? Si le hablas bien o mal a alguien, ¿qué obtendrás? Recuerda, toda acción genera una reacción.
Soy Ricardo Garzamont y espero de todo corazón que esta publicación te ayude. Si necesitas más información acerca de mis servicios como coach de negocios, marca al (81) 8000 1971 o completa el formulario disponible en mi sitio web.
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