¿Eres alguien pasivo o alguien proactivo que siempre avanza pese a las circunstancias? ¡Comencemos! ¿Cómo estás? Soy Ricardo Garzamont, tu coaching motivacional, y estoy aquí para ayudarte a pasar de la pasividad a la proactividad y de esta manera, puedas alcanzar más rápido tus objetivos.
Para empezar respondamos, ¿Cuál es la diferencia entre una persona pasiva y una activa? La respuesta es bastante simple: quienes son pasivos aguardan a que las cosas ocurran, en cambio, quienes son proactivos hacen que las cosas sucedan. En realidad ninguna de estas posturas es errada, sin embargo, quien hace para que algo ocurra avanza mucho más rápido. ¿Por qué? Por el simple hecho de que el actuar hace que algo acontezca. ¿Cuántas veces no te has visto en la situación de querer vender algo, y esperas a ver si el universo te lo manda, y por ello dejas de actuar simplemente esperando? Créeme, en mis años de experiencia como coaching Monterrey sé que eso no te llevará a ningún lado; lo que sin objeciones tienes que hacer, es volverte proactivo, para lograr más rápido tus metas.
En definitiva tienes dos opciones, mantenerte pasivo o volverte proactiva. ¿Qué prefieres? Para que tomes la decisión adecuada, te daré un ejemplo. Supongamos que alguien desea vender más haciendo lo que ama. Si solo esperas para ver a quién encuentras, y que ese alguien te pregunte sobre lo que haces para poder ofrecerle tus productos y servicios, en definitiva, será muy lento tu proceso de crecimiento. En cambio, si vas hacia adelante, si buscas de manera proactiva, vas a estar pensando a quién buscar, dónde lo encontrarás, qué le dirás, para ofrecerle tus servicios y productos. El secreto es enfocarse en metas, y para alcanzarlas no conviene ser alguien pasivo.
Comienza definiendo metas que sean realmente un reto para ti, que te hagan salir de tu zona de confort, halla las razones que te mueven para lograr tus objetivos, y de esta forma pasarás de ser alguien pasivo a ser alguien proactivo, que verdaderamente se esfuerza en hacer que algo positivo ocurra. Las razones para moverte tienen que ser fuertes, pues si sólo defines metas y las dejas abandonadas sin motivación, no podrás superar esa condición de pasividad que no lleva a ningún lado. Todo esto aplica no sólo en los negocios, sino también en tu vida personal, por ello te invito a que tomes al toro por los cuernos y empieces a diseñar tu vida. Es fácil esperar y no hacer nada, pero cuando se busca a la gente, el mundo se empieza a mover.
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