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Anteriormente en este blog hemos hablado del papel que cumple el coaching en una organización para facilitar y motivar el alcance de metas más allá de lo común en un entorno empresarial, pues permite que los individuos que forman parte del equipo de trabajo desarrollen habilidades que les ayudarán a mejorar su desempeño. Como recordarás, el coaching se basa en una relación de confianza en el que el coach monitorea el proceso de aprendizaje de nuevas maneras de hacer las cosas y enfrentar los retos que se presenten en diferentes entornos de la vida cotidiana, ello con la finalidad de hacer un cambio de raíz en los paradigmas personales que cada persona ha adoptado a lo largo de su vida.

El término adoptado del inglés significa literalmente entrenar y es empleado para nombrar esos procesos dinámicos que pueden tener lugar durante un congreso empresarial, conferencias en Monterrey o una capacitación en el que el coach o entrenador y el grupo de participantes trabajan juntos para encontrar el camino que resulte más eficaz para alcanzar sus objetivos. Los objetivos con los que se trabajen dependen del tipo de enfoque que se le dé al proceso de coaching y son definidos previamente a partir de las necesidades que se hayan identificado en el grupo de participantes.

Un proceso de coaching se diseña a partir de conceptos, procesos y herramientas de trabajo e instrumentos de medición aplicados a grupos de personas para detectar sus necesidades e implementar estrategias que les resulten útiles. Debido a la manera en que funcionan los sistemas de coaching es necesario que una persona capacitada se haga cargo de él pues su éxito depende en gran medida de las capacidades de liderazgo, observación y comunicación del coach.

Como ya mencionamos, la palabra coaching se puede traducir literalmente como entrenamiento, pero si consideramos que el coaching es un proceso, el término engloba muchas más cosas. Pensarlo como una asesoría puede resultar más apropiado pues el prácticamente lo que el coach se encargará de hacer: asesorar a una persona o a un grupo de personas para que logren identificar el rumbo que quieren tomar, trazar sus metas y encontrar el medio para llegar a ellas a través del desarrollo y reforzamiento de habilidades y actitudes especificas.

Se puede decir que un proceso de coaching da inicio en el momento en que el encargado de un equipo de trabajo decide que su organización requiere de ayuda para mejorar ciertos aspectos que contribuyan al alcance de sus objetivos, pues el encargado de la mano del coach definirán los objetivos particulares a trabajar durante el proceso. En el ámbito empresarial continuamente se evalúan los alcances del proceso de coaching y sus límites pues es posible que sobre la marcha se tengan que modificar algunas estrategias dependiendo de la respuesta y los avances del grupo de personas que estén recibiendo la asesoría.

Implementar un proceso de coaching en cualquier lugar de trabajo exige de una buena disposición por parte de los directivos organizadores y de los participantes. Tener en cuenta que durante el desarrollo de la asesoría los participantes se tendrán que enfrentar a sus sistemas de creencias y a los paradigmas que tienen muy arraigados, reflexionar sobre ellos y comenzar a modificarlos con el fin de alcanzar una transformación positiva que los acerque al éxito, es de gran importancia. Claro está que esta no es una tarea sencilla, al contrario, puede ser bastante complicada y causar conflictos a nivel personal y si no se cuenta con una buena disposición, confianza y apertura al trabajo difícilmente el proceso de coaching resultará satisfactorio.

Ya que hemos tocado este punto cabe mencionar que las tareas de un coach no son las mismas que las de un terapeuta pues en realidad el coach no ayudará a resolver problemas personales, aunque dentro de sus funciones puede estar incluida la de resolución de conflictos. A diferencia de un terapeuta o un psicólogo el coach sólo permitirá a las personas conocerse mejor en ámbitos muy particulares guiándolo para que dé lo mejor de sí mismo para mejorar su desempeño. Esto a través de técnicas que contribuyan a aumentar su control, toma de decisiones e inteligencia sobre su propia vida para que identifique sus fortalezas y muestre más seguridad al momento de utilizar sus talentos en el ámbito laboral y personal, siempre con objetivos muy bien definidos.

La palabra clave en los procesos de coaching es desempeño y en general se dividen en cuatro fases, siendo la primera la correspondiente a establecer una relación de trabajo colaborativo; la segunda es consiste en utilizar los roles del coaching enfocados al desempeño, como son entrenamiento, resolución de problemas, ajuste del desempeño y conservación del mismo; la tercera es el desarrollo de los participantes y la última es la administración de reforzamientos positivos a modo de recompensas que nutran el compromiso y motiven a alcanzar los resultados fijados. Las características particulares de un proceso de este tipo dependerán de las necesidades específicas de los miembros de la organización y próximamente presentaremos algunos ejemplos para que tengas mayor claridad respecto a cómo funciona el coaching y el tipo de conferencias en Monterrey que ofrecemos como parte de nuestros servicios especializados.

Recuerda que en todo caso debe considerarse el coaching empresarial como una práctica profesional y por ello se recomienda buscar a una persona con experiencia, capacitación de alto nivel y una trayectoria reconocida en el ámbito del coaching y las conferencias en Monterrey. En este sentido, contratar los servicios del coach Ricardo Garzamont (Ricky Garza) de trayectoria reconocida a nivel internacional es una de las mejores opciones para el éxito de tu organización.

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