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No siempre se trata de escuchar frases de motivación. A veces, también necesitas taparte los oídos para avanzar más rápido. ¡Hola! Soy Ricardo Garzamont, uno de los conferencistas más comprometidos con su público y, en esta publicación, te diré tres consejos para que logres taparte los oídos y logres tus objetivos personales o profesionales.

La parábola de la ranita René

Hace poco me contaron una narración ficticia que incluiré en mis sesiones de coaching Monterrey y que quiero platicarte para que obtengas de ella una gran enseñanza:

Había una vez una carrera de ranas en el bosque, a la que todos los animales esperaban. Llegó el día y había aproximadamente 30 ranas para competir y llegar a la cima de una montaña, donde había una torre que debían subir para ganar. Todos los animales llegaron para presenciar la competición. Entre las competidoras, había una ranita llamada René, que estaba muy entusiasmada y no dejaba de saltar antes de iniciar la carrera.

Al iniciar, todos comenzaron a saltar, incluido René, que iba entre los primeros 20 lugares. A medida que saltaban las competidoras, todos los animales les gritaban: ¡Buuu! No sirven para nada, se cansarán y no llegarán a la meta, ya dense por vencidas. René avanzaba cada vez más y se posiciona mejor mientras los espectadores le abucheaban y gritaban cosas negativas.

A medida que saltaba, notaba cómo las otras ranitas empezaban a desertar. Continuaba su paso hasta que quedaron solo tres en la competencia. Los animales gritaban: solo quedan ustedes, ya mejor sigan a las demás, ríndanse, no son capaces. Al final, solo quedó René. Seguía su camino hacia la montaña y, pese a que era el único competidor y se mostraba entusiasta, los animales continuaban con sus abucheos y comentarios pesimistas.

Su voluntad le hizo llegar a la meta y ganar la competencia. Al finalizar, acudieron a René los animales y le preguntaron: ¿cómo le hiciste para llegar a la meta? Todos desertaron, menos tú. René respondió con un simple gemido: «ah». Volvieron a preguntarle varias veces y la ranita no contestaba. Entonces se dieron cuenta que René era sorda y que llegó a su meta por el simple hecho de que no escuchó los comentarios negativos.

A veces, nos dedicamos solo a escuchar lo que dicen los demás de nosotros, en vez de evitar las distracciones para no desenfocar. Perdemos el enfoque de lo que deseamos por lo que piensan los demás o por compararnos con otros. Es así como comienzas a perder, cuando tu oído se abre para personas negativas que no creen en ti y no quieren que te vaya bien o estés en su mismo nivel.

¿Cómo lograr parecerte a la ranita René?

Al ser uno de los conferencistas más comprometidos con su audiencia, te daré tres consejos a continuación para que logres taparte los oídos y avances más rápido:

Uno

Solo escucha a quienes te aporten valor, crean en ti y confíen en tus capacidades. Si una persona te dice, «eso que pretendes es difícil, ¿para qué lo intentas?», automáticamente te bloqueará, aunque sea alguien que te quiere o que tema que te vaya mal y desea advertirte. Si vas a abrir tu oído, solo hazlo con quienes te digan palabras de aliento, te expresan que realmente puedes crecer y eres capaz, además que no te hagan perder tu claridad de acción.

Segundo

Confía más en ti que en lo que otros dicen. Cuántas veces evitamos hacer algo porque alguien dijo que no convenía, que era difícil o que lo intentó y descubrió que era imposible. Muchos dejan de intentarlo por este simple hecho. Al escucharlos primero en vez de escuchar tu intuición, te bloquearás a ti mismo. Haz caso a ese angelito que te dice que si puedes. Esto no significa que siempre tendrás la razón. Es importante apoyarnos en otros para crecer, pero si no confían en sí mismos y por su inseguridad te quieren afectar, aléjate amablemente.

Tercero

Si otros no han podido, no significa que tú no podrás. Es algo que repito cuando presto servicio de coach motivacional, debido a su importancia. Hay una historia de un corredor profesional llamado Roger Bannister, que quiero contarte. Fue la primera persona que corrió una milla en cuatro minutos. Antes de eso, se creía físicamente imposible que alguien lo logrará. Cuando Bannister rompió la barrera, nadie podía creerlo. ¿Sabes qué fue lo más interesante de ese hecho histórico? Poco después varias personas rompieron la misma barrera.

Esto deja una valiosa enseñanza: lo que no se ha logrado no significa que nadie podrá lograrlo. Puedes ser tú el que lo logre. Si alguien de tu familia, amigos o entorno no ha podido, no quiere decir que no puedas hacerlo. Abre camino y sé un líder que avance y deje un legado para los demás Se alguien que cambie la historia para que las cosas sean más sencillas para las generaciones futuras.

Si necesitas los servicios de uno de los mejores conferencistas, contáctame. Estoy disponible para ayudarte a lograr tus metas personales y profesionales. Marca al +52 (81) 8000 1971 o llena el formulario en mi sitio web.

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