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No se trata de tener éxito o de querer el éxito, sino de que puedes ofrecer para lograrlo. Soy Ricardo Garzamont, experto en conferencias para empresas, y en esta nuevo artículo te platicaré por qué es importante cambiar tu perspectiva y enfocarte en ofrecer, no solo en pedir.

¡El secreto de la vida es dar!

La gente comúnmente me pregunta: «Ricardo, ¿qué debo hacer para lograr el éxito?». Se trata de una pregunta frecuente que nos realizan a los conferencistas y suele ser uno de los errores que cometen muchos vendedores, que pienso está mal planteada o que no debería plantearse de esa manera. La mejor respuesta que puedo dar es otra pregunta, que a mí parecer es más certera: «¿qué ofreces para lograr el éxito?». No se trata de algo que tengas que hacer sino que vas a ofrecer a tus prospectos o clientes para lograr el éxito. Aplica tanto en los negocios como en la vida personal.

¿Cómo se logra una relación exitosa? Enfócate primero en lo que vas a ofrecer, no solo pidas. El pedir en exceso y no compensarlo con ofrecimientos puede provocar rupturas e insatisfacciones que no convienen, especialmente a hombres de negocios. La gente acude a mí para expresarme sus deseos de hacer crecer su negocio, entre otras aspiraciones. Está bien que mencionen sus objetivos, es parte de mi trabajo de ofrecer conferencias para empresas, sin embargo, ¿dónde queda lo que desean y pueden ofrecer?, ¿cómo pueden a través de sus ofrendas hacer que los otros sientan, piensen, vivan y disfruten?

Muchos se sorprenden cuando les invierto la pregunta, pues se percatan de que el meollo del asunto es buscar lo que se ofrecerá, y el valor que les darán a los clientes para que por añadidura venga el éxito. Recuerdo una experiencia pasada en la que un músico le preguntaba a otro que era muy reconocido y tenía mucha experiencia: «¡Oye! Me gustaría que pudiésemos platicar para que me cuentes qué debo hacer para lograr el éxito» El músico experimentado, al oírlo, se dirigió a él y le comentó: «no se trata de qué debes hacer, sino qué música ofrecerás a la gente y qué va a generar que te escuchen. ¡Ahí está el secreto!».

¿Qué ofreces tú en estos momentos? En tu relación de pareja, vida profesional, negocios, etcétera. Responde con sinceridad e intenta encontrar en qué has fallado. Si eres un empleado, ¿cómo puedes pedir un aumento de sueldo? Simplemente llega con tu jefe y ofrécele algo. En mi trayectoria en la que he realizado cientos de conferencias motivacionales, me he percatado de que a los latinos nos critican en varios países debido a que somos una sociedad acostumbrada a que nos den. En vez de ofendernos, deberíamos considerar un cambio en nuestra perspectiva y comenzar a ofrecer para recibir.

¿Qué ofreces tú actualmente para generar ese éxito que tanto quieres? Todos deseamos lograr la victoria, pero la mayoría no se enfoca en el método para llegar a ella, y en las acciones que pueden hacer que ese éxito se revierta positivamente para ellos. En las relaciones de pareja es algo básico que asegura su continuidad: el secreto es dar. Cuando das y te cansas de dar, recibes al final. El secreto de la vida es dar. Es una frase que me encanta y escuché en el pasado. Desconozco la fuente con certeza, sin embargo, me ha ayudado muchísimo en mi trayectoria personal y mis relaciones familiares.

Deja de pensar en el éxito como algo que te mereces, que debes obtener, por lo que debes trabajar. Conservar esa mentalidad es uno de los errores por los que algunos no logran sus metas. Comienza mejor a pensar en él de una manera distinta, velo como algo que tiene que ofrecerse, un valor agregado que tienes que dar. Todo eso que ofrecerás a tu comunidad, prospectos y clientes, te dará como resultado un éxito económico, como padre, esposo, etcétera.

Muchos se portan egoístas y se enfocan únicamente en lo que les ocurre y no ven realmente lo que ofrecen a los demás. Un ejemplo son los problemas con los hijos. Decimos «este huerco no sabe comportarse, no es educado, me habla mal, no hace esto o aquello». ¿Ya te pusiste a pensar en lo que le ofreces a tus hijos? Quizá el actúe con base en tus reacciones y comportamientos y no te has dado cuenta. Debes reconocer que a veces nos cegamos y queremos solo recibir y no dar. ¡Ojo! No quiero decir que no quieras a tu hijo o ni insinúo que no le des amor, pero en muchas ocasiones el problema está en nosotros, no en los demás.

Lo más fácil es culpar al entorno. ¿Por qué? Porque nos quitamos la culpa y la responsabilidad de ofrecer para lograr buenos resultados. La pregunta que debes plantearte de ahora en adelante, y que suelo brindar en mis conferencias para empresas, es: ¿qué ofreceré a los demás, a tu pareja, hijos, clientes, socios, jefes y comunidad? Cuando cambias tu perspectiva y enfocas tus esfuerzos desde una posición de ofrecimiento, es muy probable que todo cambie en tu vida y que comience a llegar ese éxito que tanto has buscado y quizá no has encontrado por enfocarte solo en ti y olvidar qué es lo que realmente busca o quieren los otros.

Enfócate desde hoy en ofrecer más en vez de pedir. ¿No crees que si un día llegas con alguien a ofrecerle algo, no va a ser más fácil que su reacción sea positiva, en comparación con llegar y pedir algo? Esto puedes encontrarlo en un libro que me encanta, que se llama Influencia: La Psicología de la Persuasión de Robert Cialdini que señala cómo la gente reacciona a la ley de reciprocidad.

¿En qué consiste la ley de reciprocidad? Si llego un día a un sitio de reunión y platico con alguien que conozco desde hace poco, y de repente me levanto por un refresco y llego con uno extra para ofrecérselo, ¿no crees qué esa persona se sienta en deuda? Lo más probable es que sí, y de alguna manera te la pagará y estará agradecida. ¿Por qué? Porque sintió ese cariño que acompaña a todo ofrecimiento, y más si no está implícita la intención de buscar la reciprocidad. ¿No crees que el mundo sería distintos, más positivo, si todos cambiáramos nuestro enfoque, y en vez de pedir nos dediquemos a dar?

Si logras generar ese cambio, te aseguro que tu vida cambiará positivamente, en cualquier aspecto, incluso en lo espiritual. En nuestros hábitos que han influenciado las creencias católicas estamos acostumbrados a pedirle a Dios. ¿Pero qué podemos ofrecer? Seamos parte de un cambio más profundo para mejorar nuestras relaciones y asegurar nuestra prosperidad y la de los demás.

Soy Ricardo Garzamont, experto en conferencias en Monterrey, y estoy aquí para ayudarte a aumentar tu éxito. Espero que esta publicación haya tocado fibras en tu mente, cuerpo y alma, para generar un pequeño cambio. Si es pequeño, habrá valido la pena mi esfuerzo. Si deseas más información sobre mis servicios, llena el formulario en mi sitio web.

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