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En publicaciones anteriores en este blog hemos hablado de los diferentes beneficios que ofrece el coaching empresarial y personal y las conferencias motivacionales a los miembros de diferentes grupos de trabajo. Poniendo especial énfasis en la importancia de contratar a un profesional especialista para esta clase de actividades, presentamos las características que debe reunir el coaching y las conferencias que se incorporen a la agenda empresarial ya sea durante cursos de capacitación o en congresos, pero poco hemos hablado de los rasgos que distinguen a un buen conferencista. Por eso en esta ocasión nos dedicaremos a platicarte un poco sobre las características que deben reunir los coach y conferencistas para poder ayudarte a brindarle a tu equipo de trabajo lo necesario para llevarlos al éxito, según los objetivos definidos en cada conferencia o coaching.

Antes de comenzar recordemos que el coaching y las conferencias son servicios profesionales para acompañar a los colaboradores de un equipo de trabajo en los procesos que lo llevan a conseguir un objetivo y mejorar su calidad de vida a través del reforzamiento de aptitudes y desarrollo de actitudes que contribuyan a lograrlo. Se piensa que cualquier persona puede ser el coach de una empresa y efectivamente así puede ser, pero la calidad de sus servicios depende de si tiene el perfil profesional indicado y si cuenta con la preparación y conocimientos adecuados para llevar a fin los objetivos trazados en el coaching.

La característica distintiva de un coach es su capacidad de liderazgo. Un líder es aquella persona que se preocupa y ocupa en planear un crecimiento a nivel personal y profesional de cada una de las personas que forman parte de un equipo de trabajo. Un líder siempre tiene una visión de éxito e inspiración que logra motivar a los demás por medio del ejemplo, mostrando compromiso, disciplina y responsabilidad para alcanzar los objetivos que se han fijado como mutuos, pues en todo momento impulsa al equipo a colaborar en unidad sin privilegios ni preferencias, más bien dando ese pequeño empujoncito que cada uno necesita para potenciar sus talentos individuales en beneficio del equipo. Es posible que muchas personas tengan esa capacidad de liderazgo, pero es necesario que la perfilen y trabajen para sacar el mayor provecho de ella, razón por la cual es importante que conferencistas y coaches se capaciten. En muchos casos esa capacitación se convierte en la diferencia entre un buen líder y los llamados malos líderes, que emplean su habilidad natural para influir de manera negativa en las personas.

Los coaches personales y empresariales además de ser líderes tienen la capacidad de dar consejos, de guiar y establecer puentes de comunicación permitan una constante retroalimentación, indicando siempre el tipo de tareas que pueden permitir un mejor desarrollo de las habilidades de cada individuo dentro del grupo para alcanzar el éxito. Para conseguirlo se anticipan a los problemas y a cualquier tipo de obstáculo que se pudiera presentar en el proceso, analizando y planificando los recursos y acciones necesarias para superarlos. El coach se expresa con claridad para evitar problemas en los puentes de comunicación, como asumir o pasar por alto cierta información relevante, lo que puede dañar la confianza del equipo y representar pérdida de tiempo y dinero.

Además de lo anterior, el coach monitorea el trabajo del equipo y facilita cualquier tipo de ayuda que necesite, se encarga de construir confianza tanto entre los miembros del equipo y hacia él como hacia las labores que desempeñan. Para ello señala constantemente los éxitos que se obtienen y reconoce las pequeñas victorias, comparte la visión de las metas comunes y explica la importancia de la participación de todos para alcanzarlas. La empatía es en este punto otra de las características que debe tener una persona que se dedica al coaching personal y empresarial pues con ella puede comprender el punto de vista de quienes colaboran en el equipo y su acercamiento se da más fácilmente. Si bien, algunas personas tienen por la naturaleza la tendencia a ser empáticas es algo que se puede desarrollar si se muestra interés hacia el otro y si se le hacen preguntas para entender lo que le sucede, siempre con la disposición a escuchar y evitando asumir que ya se sabe lo que sienten y piensan.

El respeto, la confidencialidad y la paciencia son otras características que un buen coach debe reunir. Con la paciencia el coach evitará reaccionar visceralmente y podrá tener mayor claridad al momento de resolver problemas, replanteando el camino a seguir de ser necesario. La paciencia está profundamente relacionada con el respeto pues determina la actitud que perciben los individuos guiados del coach. Si el coach se muestra paciente, empático y dispuesto a la escucha motivando siempre al equipo y compartiendo sus metas involucrando a todos y reconociendo los avances será más fácilmente respetado si por el contrario se muestra hermético o tiene un sentido de la urgencia que lejos de facilitar el trabajo colaborativo genera estrés y angustia entre los miembros del equipo. Finalmente la confidencialidad también tiene una gran influencia en el respeto que se llega a tener por una persona y en el caso de un coach, el que sepa mantener la confidencialidad e la información que fue recolectada individualmente determina su credibilidad como líder y el nivel de confianza que se puede tener en él.

Ahora ya sabes cuáles son las cualidades que debe reunir un coach tanto en trabajos a largo plazo a nivel personal o empresarial como para dictar conferencias en congresos o cursos de capacitación y coaching empresarial. Te recomendamos que antes de contratar los servicios de conferencistas y coaches investigues sobre su trayectoria, preparación y la manera en que desarrollan su trabajo, esto para asegurarte de que tienen credibilidad y que efectivamente pueden ayudarte a ti y a tu equipo de colaboradores a alcanzar sus metas.

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