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Pararse en frente de un foro lleno, con el público expectante y sus miradas posadas en uno puede ser una de las sensaciones más estresantes a las que las personas podemos estar expuestas. Pero el inconveniente no termina allí, pues no se trata únicamente de superar el miedo de hablar en público, también se trata de conocimiento, pero sobre todo de organización.

En muchas ocasiones no sabemos exactamente cómo iniciar una plática, una exposición o una conferencia, tenemos la información, tenemos el conocimiento, pero no sabemos qué hacer, por dónde empezar, qué enfoque tomar y en consecuencia comenzamos a sentir que nos vamos a volver locos.

Sin embargo, podemos tomar en cuenta que ser conferencistas no es muy diferente de ser un líder o un emprendedor, por lo que el camino a seguir, los hábitos y actitudes por adoptar y las acciones que se deben realizar, no son muy diferentes.

Cabe aclarar que yo no soy un experto en organización de eventos, planeación y exposición de proyectos empresariales, sin embargo, mi experiencia en el largo y arduo camino hacia el éxito y la realización personal, además de las acciones y hábitos que he observado en los emprendedores y líderes, me han llevado a comprender y asegurar que el camino al éxito es similar para todos.

Asimismo, puedo con orgullo presumir que un par de temas en los que sí soy experto, son los de liderazgo, ventas, mentalidad positiva y ganadora, razón por la que creo firmemente que con mis COACHferencias puedo impulsar a un líder nato, a un emprendedor y a los mismos empleados a trazar una ruta, un camino a seguir que los lleve a alcanzar sus objetivos.

Pero antes de dar el primer paso en el camino hacia el éxito, es fundamental establecer metas. Por ello es importante que al iniciar cualquier proyecto se tenga muy claro lo que se desea, lo que se tiene y lo que se puede y quiere lograr, de esta manera se establecerán metas específicas, alcanzables y realistas. Incluso es posible comenzar con objetivos y metas sencillas, de forma que nos comencemos a acostumbrar a ponernos objetivos y llevarlos a cabo.

Algunas personas pueden tener la idea de que quienes nos dedicamos a esto, los conferencistas, somos personas que siempre hemos sido exitosas, con una enorme confianza, con gran facilidad de palabra y que nos paramos enfrente del público sin pudor ni temor y con pleno conocimiento de lo que vamos a hacer. Temo decir que esto no es así.

Cada vez que me paro ante el público siento temor, y las famosas mariposas en el estómago, qu me produce un poco de vergüenza estar frente a muchas personas, pero gracias a las experiencias y obstáculos que he tenido que superar, hoy soy capaz de manejar estas emociones y controlar mi cuerpo y mi mente para que el evento sea exitoso.

Lo primero que hago es definir mi meta, mi objetivo, definir qué es lo que deseo transmitir a mis escuchas, qué deseo decir y cómo deseo que me vean. Y uno de mis constantes objetivos en mis COACHferencias es poder inspirar a las personas al cambio.

Con estas metas definidas, es mucho más sencillo andar por el camino, pues al tener una meta, un destino específico, es posible trazar una ruta, un camino a seguir, y así también conocer el camino que habrá que recorrer para llegar a la meta, además de saber reconocer la meta cuando se ha alcanzado. Por ello es que debe ser una meta específica.

Lo mismo sucede cuando se trata de un líder y un emprendedor. Si se está por iniciar o presentar un proyecto, es sumamente importante establecer, antes que cualquier otra cosa, las metas, los objetivos que se desean alcanzar. ¿Qué deseo transmitir? ¿Qué quiero decir? ¿A dónde quiero llegar? ¿Qué quiero lograr? Las respuestas a estas preguntas solo las puede definir la misma persona, pero una vez que han sido encontradas, el camino puede resultar un poco más sencillo.

Es por esto que puedo asegurar que el camino hacia el éxito es el mismo, pues así como los conferencistas definimos nuestras metas y esto facilita el resto de nuestro camino, sucede lo mismo con un líder y emprendedor. El conocimiento es muy importante, pero de nada sirve si no está bien encaminado, bien orientado y si no se sabe qué hacer con él. Por eso, cuando definimos nuestra meta, el resto casi fluye por sí solo, pues de esta manera el conocimiento que tenemos en nuestra profesión, trabajo o especialidad ya tiene un camino trazado que hay que seguir.

Pero en el camino siempre encontraremos obstáculos. Cuando estoy a la mitad de una COACHferencia, siempre es posible que me encuentre con un inconveniente, una duda, un problema, incluso fallas técnicas o preguntas de difícil respuesta. Para esto también se debe estar preparado, se debe tener el conocimiento y la tranquilidad para afrontar el obstáculo, pues se debe estar consciente que a veces es necesario cambiar de ruta y saber que el camino no es único, sino puede haber varios senderos que nos lleven al mismo lugar.

Un líder y un emprendedor, de la misma forma deben estar preparados para afrontar cualquier obstáculo que se presente en el camino, conocer sus recursos y opciones, saber lo que se necesita y lo que no y contar con apoyo de otros, pues de esta forma se podrán afrontar y superar de mucho mejor manera los retos y obstáculos que nos encontremos en el camino.

Por supuesto, la disposición, voluntad, actitud positiva y mentalidad ganadora, son fundamentales en cada paso que se da. Como conferencistas, líderes o emprendedores que cualquiera de nosotros puede ser, nuestra actitud, voluntad, mentalidad e inspiración, son fundamentales para iniciar un proyecto, desarrollarlo de la mejor manera y lograr exitosamente su realización.

Además, como buenos líderes y emprendedores, al hacer esto es casi seguro que podamos transmitir mucho de lo que hacemos e inspiremos a otros, incluidos empleados, amigos o colaboradores, a adoptar una actitud positiva, hábitos ganadores y a dar un giro de cambio en su vida, que al final es lo que un conferencista, líder o emprendedor tiene como objetivo principal de su labor.

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