¿Conoces la frase «el que no arriesga no gana»? ¿Qué opinas de ella? ¿Será cierta o no? ¡Hola! Soy Ricardo Garzamont, tu experto en capacitación en ventas y el día de hoy te compartiré lo que yo opino sobre esta frase célebre. ¡Comencemos!
¡Ser atrevido produce grandes resultados!
Ya que estás tomando la decisión de avanzar en tu vida de emprendimiento o profesional es importante que te arriesgues para aprender, porque la gente que se queda en su zona de confort sólo puede lograr una vida cómoda. ¡Ojo! No hay que arriesgarlo todo, más bien hay que ser inteligentes, por eso es importante saber tomar decisiones en tu vida y aprovechar al máximo el riesgo.
Hay muchos miedos que nos limitan y no nos permiten avanzar, los cuales pueden venir de cosas que nos han pasado a lo largo de nuestras vidas o incluso desde pequeños. Te contaré mi experiencia personal: yo me arriesgué a dejar un trabajo con un sueldo seguro cuando nacieron mi segundo y tercer hijo y me había comprometido con el pago de una casa, porque desde pequeño me ha encantado ayudar a las personas a lograr sus metas. No fue fácil pero no me arrepiento. Arriesgar es tomar el toro por los cuernos y perseguir nuestros sueños, pero hay que hacerlo siendo prudentes. Para ayudarte, a continuación, te diré algunos pasos que suelo dar en mis cursos de ventas en Monterrey y que sin duda te ayudarán a atreverte a correr riesgos.
- Primer paso: No te avientes con los dos pies al agua. Esto significa que hay que tantear todas nuestras decisiones porque no sabemos lo que puede pasar en el futuro. No vale la pena arriesgar todo lo que tienes o lo que ya lograste por algo que no es seguro. Primero mete un pie al agua y ve considerando el nuevo panorama.
- Segundo paso: Evaluar todas las opciones. Esto quiere decir que hay que pensar a profundidad todo lo que puede suceder cuando tomamos una decisión de perseguir nuestros sueños y poner a consideración las demás oportunidades que están presentes en nuestras vidas para elegir la mejor y la que nos va a llevar a alcanzar nuestras metas.
- Tercer paso: Tomar la decisión y actuar. Ya que viste lo que se siente meter un pie al agua y evaluaste tus opciones es momento de tomar acción con seguridad y determinación para llegar a la meta. Tomar la decisión y actuar significa que hay que tomar el riesgo en nuestros nuevos negocios o vidas profesionales.
- Cuarto paso: Confía en tu intuición. Una vez que se sigue una opción que nos puede llegar a causar incertidumbre la intuición va a ser nuestra mejor consejera porque esta voz interior nos va a ir aconsejando en cómo continuar con esta aventura.
- Quinto paso: Busca un salvavidas cerca. Cuando el panorama se ponga turbio es bueno saber que hay un elemento que nos va a mantener a flote.
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