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No cabe duda de que todos nos distraemos con lo que no debemos y eso no nos permite fluir. ¡Hola! Soy Ricardo Garzamont, experto en conferencias para empresas y hoy quiero hablarte sobre los perjuicios que causa la distracción y por qué es importante no perder el enfoque. ¡Comenzamos!

¿Con qué nos distraemos? ¿Por qué lo hacemos?

Si son observadores, seguro habrán notado que la distracción es uno de los principales causantes de que las personas no avancen, no logren sus metas y no sean productivas. Muchos de los clientes que atiendo como coach de negocios se quejan porque no tienen tiempo. En ocasiones, les pido que me presten su celular para que juntos revisemos el tiempo que usaron la pantalla del celular a lo largo del día. No tengo que decirles nada para demostrarles lo contrario, solo les enseño la pantalla para que respondan: Ok, si tengo tiempo, pero no sé administrarse.

¿Sabes a dónde se va tu tiempo? Quiero que, en este momento, agarres tu celular y revises cuánto tiempo has pasado en esa pantalla. Notarás que muchas horas y seguro responderías: Ricardo, es que yo uso el WhatsApp o X red social para mi negocio. Está bien, pero ¿qué porcentaje si corresponde a tu negocio y qué porcentaje es pura distracción? Aquí lo interesante es que nos distraemos con cosas que no debemos y luego no logramos lo que sí queremos, lo que termina en frustración.

¿Sabes qué es lo más curioso de distraernos? Que nos distraemos, especialmente emprendedores y empresarios, con las cosas del día a día. Dejamos de enfocarnos en nuestras metas y terminamos apagando fuegos todo el día.  ¿Acaso esto te sucede? Seguramente sí.

Muchas personas que acuden a mí para coaching individual o durante mis conferencias para empresas me dicen lo mismo: Ricardo, me la paso distraído y apagando fuegos, en vez de ver cómo hacer crecer el negocio, cómo ampliar la oferta, buscar oportunidades, vender más. Debes saber que también es común distraerse con los problemas en vez de caminar hacia las metas.

Sé que no es fácil, ya que lo he vivido al igual que cientos de los clientes que trato como coach motivacional. No distraerse para enfocarse en las metas es un gran reto. Hay una actividad a la que recurro constantemente con mis coachees, que consiste en hacerles ver un punto específico. A cualquiera le digo: ve este punto y, mientras lo veas, dime qué hay a su alrededor, sin desenfocar. Tras ello, me explican todo lo que ven sin dejar de ver el punto.

Después preguntó: ¿Dónde está el punto? Responden: aquí, no he dejado de verlo. Posteriormente, les digo que vean todo lo que hay a su alrededor y, mientras lo hacen, mover el punto de lugar sin que se den cuenta. Después de un rato observando a su alrededor, les preguntó repentinamente: ¿dónde está el punto? Lo pierden y tienen que volver a buscarlo para saber dónde está, lo que les toma tiempo. Es lo mismo que pasa con nuestras metas.

Fíjate en las metas, no en tu entorno

Si tenemos un punto claro, fijo y estamos constantemente viéndolo y haciendo lo necesario para llegar a él, podremos hacerlo, sin duda. Debes ser consciente de que los problemas siempre estarán frente a ti. Mientras no los voltees a ver y te enfoques en tu meta, avanzarás y los problemas los resolverás en el camino. Si volteas a ver las distracciones del entorno, saldrás perdiendo, porque, en el momento mismo de la distracción, perderás el enfoque y comenzarás a involucrarte con los problemas a tu alrededor.

Te pido seriamente que dejes de distraerte. Los problemas son distracciones y suelen atormentarnos en muchos casos; sin embargo, te pido que no te enfoques en ellos, sino en sus posibles soluciones. Ahora bien, algunos clientes vienen a mí para decirme: Ricardo, quiero trabajar menos, quiero aumentar la productividad, ser un buen líder, entre otras metas nobles. Pero ¿qué es lo que pasa? Se distraen constantemente y no dejan de apagar problemas.

Si no dejas de desenfocar y continúas avanzando, todo estará bien. Pero, si pierdes de vista el objetivo y comienzas solo a atacar los problemas, no avanzarás y las distracciones te afectarán. Te pregunto: ¿cuáles son las principales distracciones que enfrentas día a día y que no te permiten acercarte a tu objetivo? Apuntalas, revísalas y analízalas detalladamente.

También pregúntate si realmente valen la pena esos problemas. De hoy en adelante, ten presente tu meta, fija bien tu objetivo y asegúrate de enfocarte en ella sin voltear a los lados. Si los problemas son urgentes y críticos, resuélvelos mientras vayas dando pasos, pero no dejes de caminar rumbo a tu objetivo. Tú decides si avanzas o te quedas distraído y enredado con la maraña de dificultades que abundan en el entorno. Si no puedes resolver los problemas, pide ayuda. Evitar la ayuda es uno de los principales errores del empresario.

Si deseas conocer más detalles sobre mis servicios de coaching y mis conferencias para empresas, contáctame al (81) 8000 1971. Nos vemos pronto. Mientras tanto sueña, vive, realiza. Te mereces lo mejor. ¡Muchas gracias!

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