Los mercados modernos hacen que la competitividad entre las empresas sea cada vez mayor, y el impacto de los negocios ya no sea sólo local o regional, sino que tienen un carácter globalizado; por consiguiente, las organizaciones, sin importar si son pequeñas o grandes, deben apostar por nuevas herramientas que les permitan dirigir sus negocios hacia un aumento de la productividad y aprovechar al máximo sus recursos. Uno de los recursos más importantes de los negocios es el talento humano, que a través del coaching empresarial puede ser potencializado, desarrollando al límite las competencias de los individuos para alcanzar el máximo rendimiento.
El coaching, de forma muy general, es una práctica gerencial de vanguardia; tiene su origen en los primeros siglos de la civilización, desde las primeras técnicas que empleaban los filósofos griegos, en especifico Sócrates aproximadamente en el siglo V a. C., quien es señalado como el primer coach de la historia y creador del método socrático que tanto ha influido en la educación y la capacitación en distintos niveles.
En la actualidad el coaching ha evolucionado y la versión moderna llegó al mundo de los deportes, donde de forma particular Timothy Gallway lo propuso como un nuevo método para jugar tenis, es por ello por lo que hoy en día estos dos orígenes se han fusionado, de manera que son aplicados en el mundo empresarial, donde han tenido su mayor auge e importancia.
Como consecuencia de su aplicación en distintas áreas y rublos empresariales, el coaching empresarial moderno se ha vuelto un proceso de cambio mediante el cual, a través de sesiones pautadas en forma de conversación o charla, los especialistas en el tema, mejor conocidos como coaches, acompañarán durante todo el proceso a su colaboradores por medio de una serie de preguntas claves. Los cuestionamientos están diseñados para ser una guía que definirá el camino que va a seguir el grupo, o el individuo, para encontrar las respuestas a sus limitantes, miedos, barreras, entre otros obstáculos que no les permitan avanzar, tanto a nivel laboral como personal.
El coaching no se trata de una consultoría, sino que es un proceso de cambio a un nivel individual y grupal, que contribuye y facilita que una persona o un grupo pueda alcanzar los objetivos que se establezca, al tiempo que eliminan las incertidumbres de su trabajo y desarrollan las competencias y habilidades con las que cuentan, a pesar de que no se percaten de ello.
Por ende, el coaching se ha convertido en una herramienta diferente al resto de las aplicadas en el desarrollo y mejora de la competitividad en las empresas. De acuerdo con los resultados que se han obtenido mediante este proceso, los beneficios que pueden destacar las organizaciones han hecho que cada vez más negocios, desde los departamentos de recursos humanos, lo incluyan como parte de la planificación de capacitación y desarrollo de su factor y talento humano.
Si les interesa implementar el coaching empresarial en su compañía, pero no saben cómo, a continuación les vamos a comentar los principales pasos que deberían seguir para tener éxito y que sus colaboradores puedan potencializar su eficiencia para mejorar la competitividad de sus negocios.
El primer paso corresponde a la realización de un diagnóstico integral de su negocio, en el que se debe tomar en cuenta una gran variedad de factores. El primero es estructurar el diagnóstico de su personal, deben revisar las necesidades estratégicas que requieren sus empresas, establecer un plan de vida y de carrera para su talento humano, a mediano y largo plazo; integrar el diagnóstico con un facilitador del proceso, es decir, un coach, el cual puede ser interno o externo; y, por último, identificar las posibilidades de cambios reales, tanto de su negocio como de sus colaboradores.
El segundo paso consiste en el diseño de un plan de coaching; en este plan también hay muchos factores que deben contemplar, aunque estos varían de una situación a otra, y dependiendo de las necesidades de cada negocio, pero en general se deben analizar las posibilidades que existen y hacer que los colaboradores estén abiertos a esas posibilidades, seleccionar la estrategia más adecuada para el coaching en su negocio de acuerdo con sus necesidades y determinar los objetivos que quieren cumplir con ayuda del coach.
El tercer paso es el trabajo del coach; el coaching puede estar enfocado a diferentes personas y se llevará a cabo con diversas técnicas. En el caso del coaching empresarialse debe establecer la metodología que seguirá el coach a lo largo de las sesiones; debe desarrollar una convergencia de las necesidades entre el negocio y su personal y debe existir aceptación mutua de los compromisos que se llevan a cabo.
El último paso para implementar el coaching en su negocio es la evaluación y el seguimiento del proceso. Se deben establecer diversos factores, como quién será el que asista al coach, así como establecer el mapa y la dirección que seguirán los coaches, revisar los ajustes necesarios del plan de coaching y realizar un seguimiento de los resultados.
Los resultados del coaching pueden variar, e incluso, pueden establecerse tanto a corto, mediano y largo plazo, en donde su negocio verá un crecimiento, mejora en la atención al cliente y una mayor eficiencia de los colaboradores, con una rotación mínima de su personal, puesto que entre más motivados estén y mejor sea su preparación, mayor será su eficiencia.
Implementar un programa de coaching no es una tarea sencilla, pero si cuentan con uno de los mejores coaches que hay en México, todo el proceso será mucho más fácil y sencillo, es por ello por lo que el coach Ricardo Garzamont se ha especializado en brindarles un servicio de coaching personal y empresarial; además cuenta con más de quince años de experiencia apoyando a dueños de negocio y líderes de negocio a mejorar su mentalidad y cambiar la forma de operaciones que llevan otras empresas. Para una sesión de coaching empresarial, pueden comunicarse vía telefónica o llenando el formulario del sitio web.