Hay ocasiones en las que nuestros talentos son apagados por nuestro entorno o gente que está a nuestro alrededor, y lo peor es que a veces nos percatamos de esa situación y no hacemos nada para crecer, brillar y triunfar. ¡Hola! Soy Ricardo Garzamont, tu experto en conferencias motivacionales y estoy aquí para convencerte de que desarrolles tus talentos, sigas tu destino, y no permitas que el entorno obstaculice tus deseos de volar.
¡Decídete a volar y que tu entorno no haga creer lo que no eres!
Te contaré para empezar una fábula que me recordó hace poco mi madre, la cual fue para ella de suma importancia cuando yo era un niño y salía para mi primer viaje, en el cual no iba a estar ella conmigo. Se trata de la fábula del águila y la gallina, la cual contiene una enseñanza importante que he decidido incluir en mis conferencias motivacionales.
Había una vez un campesino que fue a un bosque cercano para atrapar un pájaro con el fin de tenerlo cautivo en su casa. Consiguió atrapar un águila bebé, al cual colocó en un establo junto a las gallinas. El polluelo creció como gallina y después de cinco años, ese hombre recibió la visita de un naturalista. El último al pasar por la casa del campesino gritó «ese pájaro no es una gallina, es un águila», a lo que el propietario respondió «¡así es! Se trata de un águila pero yo la críe como gallina, por lo es igual a las otras del corral».
El naturalista objetó «es un águila y siempre lo será, pues tiene el corazón de un águila, el cual algún día le hará planear en las alturas». El campesino insistió «¡Ya se volvió gallina y jamás volará con las águilas!». Para probar cada uno sus afirmaciones, decidieron realizar una prueba. El naturalista cogió al águila, la elevó muy alto y le dijo «ya que eres un águila y perteneces al cielo y no a la tierra, ¡abre tus alas y vuela!». El águila se quedó fija sobre el brazo extendido del naturalista, miró a las gallinas mientras comían granos en el suelo, y se volvió con ellas.
El campesino comentó «yo le dije que se transformó en una simple gallina», a lo que respondió el naturalista «es un águila y siempre lo será, vamos a experimentar nuevamente». Al siguiente día, volvió a subir al techo de la casa con el águila y le susurró «ya que perteneces al cielo, abre tus alas y vuela, confía en que lo harás como confiamos en que saldrá nuevamente el sol». Sin embargo, cuando la rapaz vio a las gallinas picoteando el suelo, saltó y fue a parar junto a ellas. El campesino sonrió nuevamente y dijo «ya le había dicho que se convirtió en gallina».
El naturalista no dejaba de afirmar que el ave siempre poseerá un corazón de águila y pactaron experimentar una última vez. Ambos se reunieron a la mañana siguiente, tomaron a la rapaz, la llevaron hasta alto de una montaña mientras el sol salía y doraba poco a poco los picos de las montañas y su plumaje. El naturalista levantó al águila hacia lo alto y le gritó águila «¡Ya que tú eres un águila y perteneces al cielo y no a la tierra, abre tus alas y vuela!» El ave miró a su alrededor mientras temblaba, cómo si tuviese la experiencia de una nueva vida, pero no voló.
El naturalista la agarró con firmeza y dirigió al sol, de modo que sus ojos se llenaran de claridad y observara las dimensiones del vasto horizonte. El águila entonces abrió sus potentes alas, se levantó soberanamente sobre sí misma y comenzó a volar hacia lo alto para nunca más volver al gallinero. La moraleja de esta historia que quiero compartirte es muy simple: en ocasiones, nuestro entorno nos hace creer que no somos capaces de lograr algo, que somos gallinas cuando en realidad somos águilas.
Cuando hablo de nuestro entorno, me refiero a nuestros padres, hermanos, otros parientes, amigos, compañeros de colegio y maestros, socios o personas con las que convivimos comúnmente. Nos hacen creer que es difícil volar, que es imposible hacer cosas distintas, sin embargo, nuestros talentos permanecen escondidos en espera de que los despertemos y desarrollemos. La clave para cambiar la situación es convencerse de que el que no arriesga no gana. Desconozco si seas águila, gallina, halcón, delfín, etcétera, sin embargo, quiero que los talentos que tengas los desarrolles y aprendas a volar.
Deshazte de todos los prejuicios que te has fundado con base en tu entorno. Te invito a que descubras tu potencial y voltees a ver al sol. Mira fijamente rumbo a tus metas y quítate todo el lastre que te afecte y te impida volar tan alto como realmente puedes hacerlo. Las preguntas cruciales que suelo realizar en mis conferencias en Monterrey son: ¿realmente aprovechas tus talentos?, ¿realmente haces lo que estás destinado a hacer?, ¿harás caso a los talentos con los que viniste a este mundo y que quizá has desarrollado, pero no te has aventado a volar libremente rumbo a tus sueños?
¿Hacia dónde volteas actualmente? ¿Hacia tu entorno o tu destino? ¿Hacia tu futuro o tu pasado? El pasado está en nuestra memoria para aprender de él, sin embargo, puede ser también una limitante para lograr cosas extraordinarias. Si supieran cuántas personas han estado conmigo, las cuales se sienten gallinas cuando en realidad son águilas. Cuando deciden participar conmigo en un programa de coaching Monterrey, descubren su potencial, voltean a ver al sol, hacia sus metas y se percatan de que sí son águilas y que toda su vida han creído que son gallinas porque alguien se los dijo, se los hizo creer, o simplemente porque nacieron entre gallinas.
¡Ojo! No quiero decir que las gallinas no sean productivas, sino que todos somos diferentes. Hay personas con tantos talentos reprimidos por años o durante toda su vida. Si tienes la capacidad de volar, los talentos y las cualidades para volar alto, deja a un lado el entorno que te limita y comienza a descubrir de lo que eres capaz. ¿Realmente aprovechas tus talentos? Quiero que lo respondas con honestidad. Solo tú puedes responder esta pregunta y descubrir lo que realmente eres.
Espero de todo corazón que este texto te anime descubrir tu potencial, ser fiel a tus talentos, y volar lejos. Si esta entrada te gustó compártela con alguna persona talentosa que consideres necesite motivación. Sígueme en mis redes sociales si deseas conocer más sobre mí o mis conferencias motivacionales. Contáctame al (81) 8220 9206 si estás interesado en mis servicios. ¡Nos vemos pronto! Mientras tanto, Sueña, Vive, Realiza… Te mereces lo mejor. ¡Muchas gracias!